Los ETF, impulsados por la teoría de los mercados eficientes, crean paradójicamente una importante anomalía en el mercado al inflar artificialmente los índices sin tener en cuenta los fundamentales. Esta situación crea un desequilibrio en el que determinados valores se mantienen con respiración artificial mientras que las pequeñas capitalizaciones prometedoras son desatendidas por el mercado.

Los ETF ofrecen una solución conveniente para la diversificación de carteras de bajo costo, particularmente adecuada para oro y bonos, pero su creciente popularidad plantea dudas sobre su impacto en el mercado. Si bien la mayoría de los inversores se centran en los principales índices, esta tendencia podría perjudicar a las empresas de pequeña y mediana capitalización, poniendo en duda la eficacia futura de esta estrategia de inversión.